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18.8.10

Somos como niñas... (29 y 86 años)





De camino al pueblo, G. me preguntó si me importaba que leyese. Una cosa que me encanta es subirme a coche-autocar-tren y mirar por la ventanilla. E imaginar. Así que, en absoluto me importó que se concentrase en su libro de 1000 páginas (mientras no se marease, no pasaba nada).

Este trayecto lo he hecho durante toda la vida en los meses de vacaciones, no he fallado ni un año. Pero aún así, como una niña que va a un sitio nuevo de vacaciones, me paso la escasa hora y cuarto que tarda en llegar el autocar, mirando a través del cristal. Me conozco cada curva, cada casa que asoma a ambos lados de la carretera, cada km. que avanza. Cuando vamos llegando al pinar sé que una vez lo dejemos detrás aparecerá Tabladillo y enfrente, la patatera (que en realidad es una fábrica de piensos, donde de pequeña me iba a montar en bicicleta dando vueltas alrededor de los silos y donde pasaba miedo cuando giraba el manillar y no sabía lo que me encontraría después...).

Me gusta saber que allí están mi madre y mis abuelos, el resto de la familia y muchos otros tantos recuerdos de toda una infancia jugando a "tres navíos en el mar" en la plaza del pueblo.
No me gusta que la abuela retroceda demasiado a su infancia y se quede allí, que su mente olvide cosas e imagine otras. Que su rostro lleno de arrugas refleje la niña que fue algún día...

Esta vez me llevé las lanas y las agujas. Las ganas de comer cochinillo y de regresar el año que viene, aunque sea sólo un día...

9 comentarios:

  1. que bueno tener un pueblo... y esos zapatos grrr!

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  2. preciosa recreación de los lugares de infancia, y preciosas lana para tejer muchos nuevos recuerdos.
    muchos besos guapa.

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  3. regresar se parece a quedarse muy quieta y recuperar un poco de cada verano, el pasado nos contiene pero también somos futuro. Con hilos de lana tejes la belleza de cada instante y desde este lado al resto casi ni parpadeamos para no perdernos ninguna de tus palabras. Eres un regalo!

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  4. Ooooh! Me ha encantado ese ¿mantel? de rosas rojas :) y qué bonita la última foto jeje.

    Estoy de regreso de mi viaje a Paris y a Londres. (Momento comentario-informativo:) He ido al mercado de las pulgas! jajaja pero como hacía mal día y llovía bastante, muchos puestos estaban cerrados, aún así pude ver cosas que tenían cerca de un siglo de vida, como por ejemplo,una mesa de quirófano del año 1913! Definitivamente, tienes que ir si vas a Paris, a mi me encantó!
    Un beso :)

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  5. qué bonito, chantal, hacer pequeñas escapadas a la infancia :)

    usted siempre me lleva unos zapatos divinos!

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  6. Ho hay nada como volver a casa y saber que aunque estés lejos o solo vayas un días, estaá ahí y es tu sitio, a donde perteneces.

    Ya va faltando menos para sacar d enuevo las bufandas...
    :-)

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  7. Qué bonita descripción del regreso a "casa"!En pocas lineas has dicho todo lo que una siente cuando se acerca de nuevo a los recuerdos de su infancia.
    Como tus creaciones de punto,precioso y sentido relato!

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  8. qué belleza. Qué emoción tiene que ser volver al pueblo donde has crecido y donde has podido jugar en la plaza, libremente... Qué ternura ese viaje en autocar y esos reencuentros con tus raíces.

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  9. Un amigo me ha recomendado este blog asegurando que me encantaría. Me conoce bien.
    Desde este momento, sigo sus andanzas.

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