M.B.G.
La que me llevaba de la mano al colegio y me hacía con azúcar caramelo.
La que se levantaba a las 8 de la mañana a preparar torrijas.
La que me reñía. La que me quería.
La que tejió una manta enorme sin agujas circulares sino con varillas de paraguas.
La que cuidó de mí durante treinta años. A la que cuidamos nosotros durante dos años.
Qué importancia tiene este tiempo frente a toda una vida...
M.B.G: la más bella.
Ella.
Precioso homenaje...
ResponderEliminarprecioso.
ResponderEliminarainsh
ResponderEliminarY con Los ojos empañados de lagrimas, te sigo, lo siento.
ResponderEliminarQue bonito Sandra!!!!!
ResponderEliminar♥
ResponderEliminarPrecioso Sandra
ResponderEliminarbello post...
ResponderEliminarentrañable!!
ResponderEliminarEllas....
ResponderEliminarPrecioso....
ResponderEliminar¡Bellísima!
ResponderEliminarMe has emocionado.
ResponderEliminarse me saltaron las lágrimas... te mando un beso fuerte.
ResponderEliminarQue bonito, guapi, un besito.
ResponderEliminarVaya... lamento mucho su pérdida. Me gustaría poder darte algún consejo, pero lo cierto es que yo aún no sé cómo hacerlo conmigo misma, así que de poco te serviría.
ResponderEliminarUn abrazo,
Lo que sí tengo claro, es que, al final, el amor que das, es lo único con lo que te quedas. Seguro que para ella, esos dos años, a pesar de todo, en el fondo, fueron felices.
ResponderEliminarq bonito detalle
ResponderEliminarBonito post por la fotografía, por el texto, por la intención y por el sentimiento que has despertado.
ResponderEliminarPor cierto, la manta hecha con varillas de paraguas tuvo que tener un curro impresionante!